Es lo últimos años la popularidad del aceite de argán puro no ha parado de aumentar, y es que cada día se siguen descubriendo más propiedades y aplicaciones de este valioso producto natural.
El aceite de argán puro se extrae de los frutos de la argania spinosa, conocido simplemente como argán en español. El árbol del argán es una especie protegida que en el último siglo ha visto menguada la superficie de sus bosques un 50% debido a sus usos como combustible, en el cultivo intensivo y en el pastoreo. Sólo gracias a que en 1998 la UNESCO declaró sus bosques Reserva de la Biosfera y a que ha ganado fama como cosmético se puede hablar de explotación sostenible de sus frutos.
Extracción de aceite de argán puro
Los frutos del argán, parecidos a las aceitunas pero más grandes y redondos, salen en mayo y junio. Dentro de estas aceitunas se encuentra una cáscara muy dura y amarga, que contiene a su vez tres pequeñas semillas; de ellas se extrae el aceite de argán puro.
Sus bosques se encuentran en las zonas casi desérticas del suroeste de Marruecos y oeste de Argelia, y está adaptado a tales climas: tronco nudoso y relativamente corto formado por ramas entrelazadas, copa redondeada y amplia de ramas cubiertas de espinas y hojas capaces de soportar las estaciones secas de estas zonas. Los frutos se obtienen actualmente por vareo de las ramas, y después se dejan secar.
Aceite de argán puro: seña bereber
En Marruecos emplean el aceite desde hace siglos para varios propósitos, desde la alimentación (untar pan y preparar algunos platos) hasta la cosmética (fabrican jabones, cremas y lociones para piel y cabello). También es el combustible de la sociedad bereber, se usa su madera, y como forraje y petróleo.
Aceite de argán puro: Composición
La eficacia de este aceite, avalada por siglos de tradición bereber, está siendo actualmente confirmada por las investigaciones científicas.
Los principios activos que componen el aceite de argán puro son el ácido oleico (en un 45%) y el ácido linoleico o vitamina F(35%). En menor cantidad, también contiene ácido alfa-linolénico (15 %), ácido gamma-linolénico (3 %) y ácido araquidónico (1%). Y a diferencia del aceite de oliva, contiene unos 700 mg/kg de tocoferoles o vitamina E (casi tres veces más).
Aceite de argán puro: Propiedades
Gracias a su composición, las propiedades de este aceite son múltiples y muy valiosas. La alta presencia de esteroles (muy superior a la de cualquier otro aceite vegetal) conlleva una concentración de ácidos grasos esenciales mayor, lo que resulta muy útil para nuestro organismo. Nosotros no podemos sintetizar estos ácidos grasos de forma natural, pero son nutrientes vitales necesarios para la regeneración de tejidos: a esto se debe la eficacia y popularidad del aceite de argán puro como tratamiento cosmético.
Por otra parte, su alta concentración de gamma-tocoferol convierten al aceite de argán puro en uno de los antioxidantes más eficaces.
Recordemos que la lucha contra la oxidación y los radicales libres ayuda a recuperar la elasticidad de la piel y a reducir las marcas de la piel por granos, arrugas o estrías.
Aceite de argán puro: aplicaciones en la alimentación
El aceite de argán alimentario se produce tostando ligeramente las almendras (las cáscaras que contienen las tres semillas) antes de ejercer presión sobre ellas. Se usa habitualmente como aderezo en ensaladas, platos de verduras o cereales, y también huevos o cuscús; pero también en la repostería como crema para untar, mezclándolo con miel y almendras tostadas.
Su sabor recuerda a una mezcla de avellanas y sésamo y su color debe ser ámbar. Si es demasiado oscuro significaría que el aceite se ha calentado más de lo necesario, lo que supondría una pérdida de nutrientes.
La riqueza del aceite de argán puro en vitaminas E y A le proporciona altas propiedades tanto dietéticas como nutricionales. Gracias al ácido oleico, ayuda a regular el colesterol; y el ácido linoleico es un ácido graso esencial muy eficaz en la regeneración de tejidos.
No olvidemos que la salud de nuestra piel depende tanto de la cosmética que usamos como de nuestra alimentación.
Aceite de argán puro: aplicaciones en la cosmética
- Renovación y regeneración celular: combate los estragos tanto de la edad como del clima, reduce las arrugas y estrías, la sequedad de la piel, las marcas de acné, varicela y otras lesiones de la piel.
- Fortalece las uñas quebradizas y las protege de agresiones externas.
- Devuelve el brillo al cabello.
- Alivia el dolor y la sensación de ardor, picor y tirantez de quemaduras solares, eccemas, psoriasis y otras irritaciones de la piel.
- Es frecuente su uso en masajes corporales, no sólo por su suavidad sino también por su vitamina E, que aporta hidratación y nutrientes, y por el alivio del dolor en articulaciones.
- Actualmente se investiga su eficacia contra las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la oxidación celular y el cáncer.
Cómo elegir un buen aceite de argán puro
Debemos vigilar tres características fundamentales:
- Color: debe presentar un color ámbar, similar al dorado del aceite de albaricoque. Si es demasiado oscuro indicará, como dijimos, que el aceite se ha calentado. Si por el contrario es demasiado claro, significa que se ha refinado de forma excesiva.
- Olor: un buen aceite de argán puro cosmético no debe oler a nada. Los olores desagradables o tostados identifican los aceites extraídos en procesos de baja calidad. Únicamente para el aceite alimentario se tuestan las semillas antes de prensarlas, para el cosmético se deben prensar en frío.
- Capacidad de penetración: el aceite es altamente hidratante, pero al contrario que otros aceites, el de argán no engrasa. La piel lo absorbe totalmente tras una aplicación con un suave masaje circular en un par de minutos.
Un aceite con un montón de buenas propiedades para piel y cuerpo que además no engrasa. ¡No esperéis más para probarlo!