Tokio, la vibrante capital de Japón, es una mezcla fascinante de tradición milenaria y vanguardia tecnológica. Si estás planeando viajar a Japón y es tu primera vez en Tokio, es normal sentirse abrumado por la cantidad de cosas por ver y hacer. Para ayudarte a organizar tu itinerario, hemos preparado una guía práctica con los lugares imprescindibles y experiencias que no te puedes perder en esta ciudad única.
1. Maravíllate con el cruce de Shibuya
Seguro que jamás habría imaginado que observar a miles de personas cruzar la calle no podría ser algo digno de admirar. Pues déjame decirte que el famoso cruce de Shibuya es uno de los íconos más reconocibles de Tokio y una parada obligatoria para cualquier visitante primerizo. Es considerado uno de los cruces peatonales más transitados del mundo, y verlo en acción es una experiencia casi hipnótica, una especie de coreografía humana improvisada y perfecta.
Desde la estación de Shibuya, puedes subir al Starbucks –sí, al Starbucks– que tiene vista directa a los cinco pasos de peatones que forman el cruce donde podrás observar el flujo constante de personas desde una perspectiva privilegiada. Además, en la zona encontrarás tiendas, restaurantes y el monumento a Hachikō, el perro más famoso de Japón. Su fama reside en haber esperado a su difunto dueño día tras día durante 9 años en la salida de Shibuya.
2. Sumérgete en la tradición en Asakusa y el templo Sensō-ji
Para quienes buscan conectar con el Japón más tradicional, Asakusa es una parada imprescindible. Aquí se encuentra el templo Sensō-ji, el más antiguo de Tokio, rodeado de calles peatonales llenas de tiendas de recuerdos, puestos de comida típica y artesanías locales. Asakusa te descolocará un poco porque es como volver atrás en el tiempo en mitad de una ciudad que parece vivir en el futuro.
No olvides pasar por la emblemática puerta Kaminarimon (la puerta del trueno), con su enorme farol rojo, y caminar por Nakamise-dori, una calle comercial que te transportará a otra época. Es un lugar ideal para probar dulces japoneses como el ningyo-yaki o comprar un kimono como recuerdo. El lugar es magnífico, pero debes saber que, sí o sí, estará masificado, aunque con la de habitantes y turistas que tiene Tokyo, será difícil que no encuentres un lugar masificado.
3. Disfruta de las vistas desde el mirador del Tokyo Skytree
Con sus 634 metros de altura, el Tokyo Skytree es una de las torres más altas del mundo (dobla la altura de la torre Eifel) y ofrece una vista panorámica inigualable de la ciudad. Desde sus plataformas de observación, en días despejados, es posible ver incluso el monte Fuji, una de las visitas recomendadas para cualquier viajero que pise suelo japonés.
Además del mirador, el complejo cuenta con tiendas, restaurantes y un acuario. Es una excelente opción para quienes buscan una experiencia moderna y disfrutar de las vistas de Tokio desde las alturas.
4. Explora el barrio futurista de Akihabara
Akihabara es el paraíso de las fanáticas del anime, el manga y la tecnología. Este barrio electrizante es ideal para perderse entre tiendas de electrónica, videojuegos y figuras coleccionables. Aquí encontrarás comercios de todo tipo, diminutos y encantadores, pero también tiendas gigantes más impersonales con millones de artículos disponibles.
La zona también es conocido por sus cafés temáticos, como los maid cafés, donde el personal atiende a los clientes como si estos fueran los dueños de un castillo o una gran finca. La vestimenta de las camareras y camareros es la habitual de las doncellas y mayordomos. La experiencia es, desde luego, diferente.
En definitiva, si te interesa la cultura pop japonesa, este es uno de los lugares que no pueden faltar en tu guía de Tokio.
5. Pasea por el santuario Meiji y el parque Yoyogi
En contraste con la energía de Shibuya o Akihabara, el santuario Meiji ofrece un espacio de tranquilidad en medio del bullicio urbano. Se trata de un santuario sintoísta que finalizó su construcción en el año 1926 y está dedicado al emperador Meiji y su esposa Shōken. Especialmente relajante es pasear por el bosque que rodea al santuario. Este espacio natural cuenta con más de 120,000 árboles de casi 40 tipos distintos.
Después de visitar el santuario y su bosque, también caminar por el cercano parque Yoyogi, especialmente animado los fines de semana con músicos, artistas callejeros y familias paseando. Es un lugar perfecto para descansar y observar la vida cotidiana de Tokio. Este enclave es un lugar ideal para ver los cerezos en flor, la época para hacerlo es entre finales de marzo y principios de abril.
6. Vive la experiencia gastronómica en el mercado de Toyosu
Si eres amante de la gastronomía, no puedes marcharte de Tokio sin visitar el mercado de Toyosu, el sucesor del histórico mercado de Tsukiji. Aquí se realiza la famosa subasta de atún (aunque ahora con acceso más restringido), y encontrarás algunos de los mejores restaurantes de sushi de la ciudad. Lo escribo y se me hace la boca agua.
También puedes explorar la zona comercial adyacente, donde venden mariscos frescos, productos locales y utensilios de cocina japoneses… Toyosu es una parada ideal para quienes viajan con el estómago por delante y quieren darle un buen bocado a la cultura culinaria nipona.
7. Recorre Harajuku y la calle Takeshita-dori
Harajuku es sinónimo de moda alternativa, cultura juvenil y excentricidad. La calle Takeshita-dori, en particular, es una explosión de color, tiendas de ropa única, creperías y artículos de lo más curioso. Es un lugar que refleja el lado más creativo y desenfadado de Tokio.
Además, muy cerca se encuentra Omotesando, una avenida elegante con boutiques de lujo y arquitectura moderna, perfecta para quienes buscan una experiencia de compras más sofisticada y exclusiva.
Viajar a Japón por primera vez puede ser una experiencia transformadora, y Tokio es el punto de partida ideal para comenzar ese viaje. Desde lo tradicional hasta lo futurista, la ciudad ofrece una variedad de experiencias que no dejan indiferente a nadie. Esta guía de Tokio ha sido pensada para ayudarte a descubrir lo mejor de la ciudad si es tu primera vez en Tokio, pero también para inspirarte a regresar y seguir explorando sus infinitos rincones.









