Es indudable que, junto al incremento de la sensibilidad social respecto a las cuestiones de salud, ha crecido también la demanda de alternativas terapéuticas eficaces y naturales, que superen claramente a los convencionales fármacos en cuanto a la relación beneficio/riesgo.
Y, en lo que concierne a la mujer, esto es también cierto acerca de la infección urinaria o cistitis, que viene provocada por la invasión de microorganismos en el tracto urinario. Habitualmente el agente infeccioso es una bacteria -a menudo, la Escherichia Coli-, pero también pueden serlo virus, hongos o parásitos.
Los síntomas de esta dolencia suelen ser micción frecuente, dificultosa y dolorosa, fiebre, vómitos y dolor en las relaciones sexuales. En las mujeres, concretamente, la infección puede implicar picor vaginal, enrojecimiento de la vulva y una sensación de ligera presión por encima del hueso púbico.
La cuestión es que, tras acudir al médico y recibir el diagnóstico, el tratamiento preceptivo que se indica incluirá la prescripción de fármacos antibioticos o antivirales, dependiendo de la naturaleza del agente infeccioso. Y como ya es bien conocido, todo medicamento tiene su específica carga, menor o mayor, de efectos secundarios, interacciones o reacciones adversas, siendo que -en no pocas ocasiones- el o la paciente comprueba que lo que se arregla por un lado se desarregla por otro. Por eso cada vez más se buscan otras vías, naturales al ser posible, que combatan eficazmente la infección urinaria (y otras muchas dolencias) de una forma segura.
Remedios naturales para la cistitis
En primer lugar, hay algunas pautas preventivas muy útiles que pueden seguirse, como beber abundante agua, cuidar la higiene íntima, orinar sin demora cuando se sienten ganas, usar prendas íntimas transpirables (algodón) o dormir sin ropa interior, tomar baños de asiento y aplicar calor en la zona.
Luego, si ya se han presentado los síntomas, de entre las diversas alternativas naturales basadas en plantas con propiedades terapéuticas (como por ejemplo, el ajo o el perejil), destaca especialmente el extracto de las hojas del Mashé, planta medicinal que crece en zonas de clima tropical, en suelos pesados con abundante materia orgánica, buena aireación y permeabilidad.
El Mashé contiene alcaloides, antraquinonas y saponinas que refuerzan su acción terapéutica, presentando notables propiedades diuréticas, antibacterianas, antigonorreicas y anti inflamatorias, todas comprobadas en estudios clínicos. En este sentido, es recomendable tomar un complemento nutricional a base de extracto de Mashé, cuyos beneficios se dejan notar no sólo en caso de cistitis, sino también en todo lo relativo al sistema urogenital, contribuyendo a su higiene y salud óptimas.
Adela Hernández