La popular cantante de las islas Barbados, Rihanna, fue expulsada de forma poco diplomática cuando realizaba una sesión fotográfica junto a la Gran Mezquita de Abu Dhabi.
Según publica ABC los posados y actitudes de la cantante provocaron las iras de los miembros de la dirección de la Mezquita, que consideraron dicha sesión en aquel lugar inconveniente aun cuando la cantante cumpliese con las estrictas normas de vestimenta femenina.
La Mezquita Sheikh Zayed, una de las mayores mezquitas del mundo, con capacidad para 40.000 fieles. Es un edificio de mármol blanco rodeado de estanques y una de las principales atracciones turísticas de la capital abierta también a visitantes no musulmanes.
Sus joyas y maquillaje fueron los que llamaron la atención
Rihanna a pesar de ser conocida por su forma de vestir poco discreta, por no decir provocativa, en esta ocasión decidió respetar las costumbres locales religiosas. Estas obligan a las mujeres a ocultar su cuerpo, de modo que se vistió con un mono negro y la cabeza cubierta pero, con un provocativo colgante y un rojo intenso de uñas y labios para la sesión fotográfica.
En las fotos, la cantante posa muy insinuante, recostada en el borde de un estanque, fue suficiente para que los guardianes de la Mezquita se sintieran ofendidos y exigieron que abandonase inmediatamente la mezquita.
Rihanna subió alguna de esas fotos en Instagram, donde se la ve en el patio central de la mezquita. Este hecho ha provocado una oleada de protestas que continuaron por las redes sociales, formándose un tumulto de usuarios musulmanes molestos y ofendidos con la cantante. Incluso ha aparecido en Twitter el hashtag “Rihanna profana la Mezquita Sheikh Zayed”, sin embargo, sus seguidores la defienden dándole las gracias por el respeto mostrado. Rihanna se puso un vestido blanco muy discreto para no crear más polémica, y continuar su gira por los Emiratos Árabes Unidos.