Las dietas veganas se basan en el consumo de productos que no procedan de animales. Esto incluye la carne y el pescado, por supuesto. Pero también lo producido por animales, como los huevos y lácteos. En definitiva, la nutrición vegana se basa en frutas, vegetales, cereales, legumbres y frutos secos. Todos ellos ricos en grasas y carbohidratos, pero no en proteínas.
La importancia de las proteínas en cualquier dieta, incluida la vegana
Hay una parte importante del aporte proteínico que nuestro cuerpo no es capaz de producir por sí mismo. Y que debe ser añadido mediante la alimentación. Son los aminoácidos esenciales, presentes sobre todo en la carne, el pescado, los huevos y la leche. Todos ellos alimentos que no están contemplados en la dieta vegana. Por eso, hay que buscar formas de incluirlos mediante suplementos o fórmulas nutritivas añadidas.
Esto requiere un alto conocimiento de la nutrición, que permita combinar proteínas vegetales para conseguir un alto valor en proteínas esenciales. Y todo ello consiguiendo un equilibrio perfecto con el resto de nutrientes, como carbohidratos y grasas, sin abusar de ninguno de ellos y logrando un balance para una alimentación sana.
Conseguir proteína vegana mediante suplementos
En las farmacias o tiendas de nutrición ofrecen suplementos de proteína que permiten sustituir y paliar las carencias e una dieta vegana. Sin embargo, estas proceden de la leche y los veganos más ortodoxos tampoco la permiten en sus dietas. Para ellos se han desarrollado otros aportes proteínicos procedentes de fuentes vegetales como el arroz, la soja o los guisantes. Incluyendo estos en la dieta se logra un buen aporte de proteína para veganos al 100%.
Conseguir proteína vegana mediante combinaciones
Alimentos como la quínoa, el amaranto, la espirulina, el trigo, el cáñamo o la soja tienen proteínas completas. Pero son la excepción. Lo normal es que los veganos tengan que combinar diferentes alimentos para conseguir el aporte proteínico necesario para el buen funcionamiento del organismo.
Esto no es en absoluto complicado. La mezcla de legumbres y arroz, por ejemplo, permite obtener proteínas veganas incompletas, que, dentro del organismo, se combinan dando lugar a una proteína completa de más calidad que las procedentes de origen vegetal. Sin embargo, es importante no olvidarse del resto de nutrientes. Hay que combinar bien las proteínas para conseguir el aporte necesario, pero vigilando que en estas combinaciones no se abuse de los carbohidratos y grasas. No se debe exceder en unos para lograr lo necesario en otros. En este sutil equilibrio está la complicación de la dieta vegana.