La alimentación es uno de los aspectos más importantes cuando se trata de cuidarnos. A menudo escuchamos decir “Somos lo que comemos”, y la realidad nos muestra que la manera en que nos alimentamos se ve reflejada no solo en nuestro aspecto físico, sino también en nuestra calidad de vida, en nuestro estado de salud e incluso en nuestro estado de ánimo. Por eso, debemos ser cuidadosos y elegir bien hasta la última pizca que añadamos a nuestros platos. En este sentido, consultar recetas con el Supralimento Cúrcuma nos resultará, sin duda, de gran ayuda.
Así es: la cúrcuma puede convertirse en nuestra mejor aliada y en la mejor amiga de nuestro paladar. Su uso en la cocina no es algo nuevo, sino que lleva utilizándose para condimentar platos desde hace cientos de años en la medicina ayurvédica. Sin embargo, es cierto que unas zonas su empleo está más extendido que en otras. En cualquier caso, si estamos dispuestas a probar cosas nuevas, nunca será tarde para incorporar esta especia en nuestras recetas.
Además de su sabor, uno de los alicientes que puede motivarnos a usar a cúrcuma son las propiedades que presenta. Esto se debe en gran medida a uno de sus compuestos: la curcumina. De este modo, la cúrcuma ayuda a prevenir ciertas dolencias y también a calmar sus efectos cuando ya las padecemos, debido a sus propiedades antiinflamatorias. Entre los beneficios más apreciados por los que la consumen se encuentran:
- Reducción de la acidez del estómago: esa sensación que sufrimos tras grandes comilonas o tras comidas muy picantes es evitable si consumimos cúrcuma. Esta se encarga de facilitar la digestión gracias a sus propiedades antiinflamatorias y, por eso, está particularmente indicada para personas que, aunque no hayan experimentado una comida copiosa, sufran problemas estomacales de manera habitual. Además, puede consumirse varias veces al día por lo que nos puede ayudar en las diferentes comidas (unos 500 mg en cada toma).
- La artritis reumatoide y el túnel carpiano: cada vez es más habitual oír hablar de personas que sufren alguna de estas dos patologías. En algunos casos, son hereditarias y en otros pueden deberse al uso de dispositivos como los móviles. En cualquiera de los casos, y dependiendo del grado de intensidad, la cúrcuma puede ser un buen remedio para reducir los síntomas relacionados con el dolor.
- Eliminación de flatulencias: al igual que ocurre con otras plantas como son el hinojo o el anís, la cúrcuma es ideal para que consigamos expulsar los posibles gases que, aunque no son de naturaleza grave, puede ser especialmente dolorosos y molestos.
- Ayuda contra problemas hepáticos: hoy en día existen muchos motivos por los que nuestro hígado, de manera crónica o puntual, puede verse debilitado. Entre las propiedades de la cúrcuma, se encuentra la de facilitar el drenaje hepático. Igualmente, está indicada para personas que sufren cirrosis, ictericia o problemas de vesícula.
Además, la cúrcuma está indicada para personas que sufren enfermedades como el colesterol, en especial durante la fase de prevención, y se presenta como una especia con gran poder anti-microbiano e inmunomolador.