Cómo organizar tu nueva zona de trabajo

Trabajar en casa tiene una amplia lista de ventajas, ya que suele favorecer la conciliación familiar y permite ajustar la organización del tiempo de trabajo a las circunstancias personales de cada persona. Sin embargo, es importante tener en cuenta que requiere también de cierta disciplina, ya que al trabajar desde el hogar es posible que aumenten las distracciones. Una buena forma de evitar esta situación es organizar adecuadamente la zona de trabajo. Mantener el espacio siempre recogido es posible si se echa mano de archivadores, cajas, sobres cuadrados,… Solo hace falta tener en cuenta un par de trucos para lograr el espacio de trabajo ideal.

Tener la mesa de trabajo liberada

A menudo se acaban amontonando papeles, libros y toda clase de objetos sobre la mesa de trabajo. Para evitar esta situación lo primero que hay que hacer es reservar ese espacio para la actividad laboral, es decir, debe evitarse hacer otro tipo de labores en esta zona siempre y cuando sea posible. Esto evitará que se acaben juntando elementos de todo tipo como platos, pinturas, novelas…

Este es un punto especialmente importante, ya que la presencia de demasiados elementos en la zona de trabajo limita los movimientos y favorece la distracción del trabajador, pues serán demasiados los elementos que atraigan su atención.

Guardar los documentos e instrumentos de trabajo

Por otro lado, es recomendable determinar la función de cada cajón y zona de almacenaje, de esta forma, se ahorrará tiempo buscando los elementos que se han guardado previamente y se establecerá un orden.

Una buena forma para mantener los instrumentos de trabajo en su sitio es emplear recipientes o cajas para almacenarlos. Estos contenedores podrán estar sobre la propia mesa o en una estantería, haciendo que sea posible acceder a ellos sin dificultad y que, al mismo tiempo, no interfieran en el campo de visión.

En cuanto a los documentos, una buena forma de ordenarlos es mediante el uso de archivadores diferenciados. Es decir, cada archivador deberá contener documentos de una clase, evitando así mezclar facturas con folletos informativos. Por otro lado, emplear sobres para recoger estos papeles evitará que se extravíen y facilitará su acceso en caso de necesitarlos.

Establecer un espacio para la gestión de tareas

Actualmente en el mercado se pueden encontrar pizarras, agendas o calendarios que permiten establecer un orden de tareas. Esto es fundamental a la hora de organizarse en el trabajo. Una buena idea suele ser mantener estos elementos a la vista, ya que ahorrará tiempo de consulta y permitirá tener presentes en todo momento las tareas pendientes.

Decorar el espacio al gusto

Finalmente, es imprescindible que el espacio de trabajo sea cómodo y, para eso, debe resultar visualmente agradable. Puedes añadir frases motivadoras o fotos familiares. Por otro lado, la presencia de pequeñas plantas puede estimular la motivación y hacer que el entorno de trabajo sea más confortable. Es recomendable que el espacio en el que vas a pasar horas trabajando sea tuyo y te sientas cómodo y libre en él, así que dedícale un tiempo a decorarlo a tu gusto. Además, puedes ir añadiendo o quitando elementos con el paso del tiempo, hecho que te permitirá salir de la rutina.

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