Ya ha comenzado marzo y, aunque el buen tiempo en algunos sitios parece que se está haciendo de rogar, en otros los rayos del sol ya empiezan a calentar y nos comunican que, pronto, por fin llegará el verano y que tenemos que comenzar la operación bikini para poder hacerla de forma sana sin que nos pille el toro. Es decir, con la supervisión de un dietista.
Empezar la operación bikini en primavera no es adelantarse mucho. Al revés, es lo que deberíamos haber estado haciendo durante todo el año, evitando llegar a junio y ponernos a hacer dietas milagrosas que ni son milagrosas ni son dietas, porque la palabra dieta está siempre asociada al adjetivo “equilibrada” y, en pocas semanas, no se pueden conseguir grandes resultados de una forma sana.
Lo primero que deberíamos hacer es fijarnos un objetivo de peso que queramos bajar. Este ha de ser realista porque, hasta el verano, quedan tres meses y, dependiendo de la persona, puede costar más o menos bajarlos.
Lo segundo que hay que hacer es consultar a un profesional. Hay muchos dietistas que nos pueden ayudar, no solo a darnos una dieta personalizada y equilibrada, también a darnos las pautas que tenemos que seguir para llevar una vida saludable. Porque muchas veces no se trata de adelgazar sólo y exclusivamente, se trata de cambiar de hábitos para que estos continúen en el tiempo y ganemos en calidad de vida, bienestar y tranquilidad.
Acceder a dietistas y expertos en nutrición es ahora más sencillo que nunca. Incluso a través de Internet o de aplicaciones especialmente diseñadas para ello, como la de Nootric, podemos contactar con profesionales titulados. Podemos hacer dieta con garantías.
Ahora que comienzan a florecer los almendros y nos encontramos con margaritas en algún lugar insospechado, es el momento de comenzar a tener puesta la vista en la temporada estival y, sin más dilación, comenzar a cambiar nuestra vida hacia una saludable para poder disfrutar de la playa con nuestro bikini, sintiéndonos bien con nosotras mismas y, lo más importante, mejorando nuestra salud.
Beber dos litros de agua al día, hacer ejercicio, realizar cinco comidas al día y masticar despacio, son algunos de los consejos clásicos que se han de seguir para poder llevar una dieta equilibrada y saludable. Son pautas básicas, pero no las únicas.
Es importante hacer una vida activa. Nos pasamos demasiado tiempo delante del ordenador, sentadas, hay que caminar, salir a correr, ir al gimnasio…hacer ejercicio, al menos, durante una hora al día, porque, además, si perdemos peso nos ayudará a tonificarnos y a tener una piel más firme.
Las cinco comidas son necesarias para evitar comer entre horas, algo, demasiado común, y poder tener un orden de alimentos establecido. En nuestra dieta, deben prevalecer los alimentos bajos en grasa, especialmente los que contienen grasas saturadas. Debemos evitar, siempre que sea posible, la bollería industrial y los productos con exceso de azúcar. En cualquier caso, como siempre pueden surgir dudas y como confeccionar un menú semanal equilibrado puede llegar a ser una tarea muy complicada, lo recomendable siempre es recurrir a expertos dietistas nutricionistas para que nos aconsejen y nos guíen en nuestro camino para conseguir sentirnos saludables por dentro y por fuera.