El sector del juego en España movió, en términos de cantidades jugadas, un total de 32.383 millones de euros en el año 2018, según los datos del Anuario del juego en España 2019 del Consejo Empresarial del Juego (Cejuego). De esta cantidad, 9.870,3 millones corresponden al juego real, o lo que es lo mismo, la diferencia entre las cantidades jugadas y los premios entregados a los jugadores, lo que supone el 0,8% del Producto Interior Bruto (PIB). Unos números y datos que reflejan la importancia social, económica y cultural del sector del juego en el territorio nacional.
Jan McMillen, director del Australian National University’s Centre for Gambling Research, señala que “el juego es una de las pocas actividades sociales que ocurre en casi todas las culturas y en todos los períodos de tiempo. A este respecto se puede decir que es prácticamente un fenómeno universal en las sociedades humanas”. Un territorio del juego que siempre ha estado dominado casi en su totalidad por hombres, mientras que la presencia de las mujeres resultaba meramente eventual. Por suerte, este escenario ha ido cambiado de forma progresiva con el paso de los años, gracias principalmente a la aparición de las plataformas de juego online. De hecho, la participación de las jugadoras en los casinos online ha aumentado considerablemente en los últimos años. Un entorno digital donde han encontrado la comodidad y la privacidad necesaria para disfrutar de modalidades como las máquinas tragaperras, la ruleta o el blackjack.
Los datos de los casinos online contrastan con la realidad de los establecimientos de juego tradicionales, donde el porcentaje de mujeres es bastante más bajo en comparación con el número de hombres. En cualquier caso, los casinos, tanto online como físicos, se han convertido en espacios de entretenimiento donde las mujeres también pasan tiempo. Una conquista por parte de las mujeres que se enmarca dentro del proceso de emancipación de la mujer en la sociedad actual. De esta forma, las mujeres han conseguido ganar una mayor presencia en ámbitos tan masculinizados como el sector del juego. Por este motivo hablaremos de algunas de las mejores jugadoras de la historia de los casinos. Jugadoras que han destacado principalmente en las máquinas tragaperras, la modalidad preferida por las mujeres a lo largo de la historia, aunque hoy en día también pueden encontrar las tragaperras gratis en los casinos online.
La histórica victoria de Cynthia Jay Brennan
Cynthia Jay-Brennan nació en Sacramento, California, en el seno de una familia numerosa. Su sueño siempre fue ir a la universidad para estudiar una carrera de fotografía. Sin embargo, su familia no contaba con los recursos económicos para pagarle la matrícula. Por este motivo, la californiana decidió mudarse a la ciudad de Las Vegas, donde comenzó a trabajar como camarera para ahorrar dinero suficiente para poder ir a la universidad. Posteriormente fue contratada en el Monte Carlo Resort and Casino, ubicado en Las Vegas Strip, una de las avenidas más famosas de los Estados Unidos. En este establecimiento de juego ganó una gran cantidad de dinero, y además conoció a su futuro esposo: Terry Brennan. Al poco tiempo, Cynthia decidió reemplazar la universidad por su deseo de casarse, de modo que comenzó a trabajar más turnos en el casino para guardar dinero para su boda.
Fuente: https://earthtripper.com
A pesar de trabajar en el casino, la californiana casi nunca jugaba a las modalidades de juego. Una actitud que cambió el 26 de enero del año 2000. Cynthia se dirigió al Desert Inn Resort and Casino para celebrar el cumpleaños de su suegra. Tras terminar de comer, todos los presentes decidieron marcharse del establecimiento de juego, pero Cynthia sintió la necesidad de jugar a las máquinas tragaperras. Su novio le acompañó a la zona donde se encontraban las slots, debido a que no tenía demasiada experiencia en esta modalidad. La californiana se acercó a la máquina Megabucks, debido a que su premio progresivo se encontraba en su punto más alto. Una lección que cambió su vida, ya que Cynthia ganó casi 35 millones de dólares en su último giro.
27 millones de dólares en el Palace Station de Las Vegas
El 15 de noviembre de 1998, una mujer anónima de 67 años acudió al Palace Station de Las Vegas. Ese día se había establecido un presupuesto de 100 dólares para gastarse en el casino. A pesar de ello, esta mujer llegó al límite sin conseguir ningún premio. En ese momento decidió seguir apostando en las máquinas tragaperras. Cuando llevaba 300 dólares gastados, la pantalla de la máquina tragaperras se iluminó por completo señalando que había ganado el mayor bote, 27.580.879,60 dólares. Su insistencia había dado sus frutos, ya que consiguió uno de los premios más grandes de la historia de los casinos. Por si fuera poco, unos años después esta misma mujer volvió a ganar 680.000 dólares en otra máquina tragaperras.
Las vacaciones soñadas de Amy Nishimura
Las Vegas es una de las ciudades más visitadas de los Estados Unidos. Cada año, la ciudad situada en el desierto de Mojave de Nevada recibe la visita de millones de turistas que deciden conocer de cerca la capital mundial del entretenimiento. En el año 2003, Amy Nishimura, una ama de casa de la isla hawaiana de Molokai, decidió viajar a la urbe estadounidense para pasar unos días de vacaciones. Una mañana, esta mujer de 71 años terminó de desayunar en el Fremont Hotel and Casino y decidió disfrutar de la experiencia de juego de las máquinas tragaperras progresivas. Después de jugar unos 100 dólares, Nishimura consiguió el mayor bote de la máquina tragamonedas Megabucks, unos 9 millones de dólares.
El premio frustrado de Katrina Bookman
Hace apenas tres años, los medios de comunicación de todo el mundo se hicieron eco de una de las historias más curiosas ocurridas en los casinos. Una historia protagonizada por Katrina Bookman, una mujer que consiguió 43 millones de dólares en una máquina tragaperras del Resorts World Casino, situado en la ciudad de Nueva York. La jugadora se hizo un selfie con la cifra mágica en la pantalla de la slot y se fue a casa para celebrarlo con sus cuatro hijos. Al día siguiendo volvió al establecimiento de juego para reclamar su premio, pero recibió una mala noticia. El supuesto premio había sido un error informático de la tragaperras. Finalmente, el casino decidió compensar a Katrina Bookman con una cena.