Reunir comodidad y funcionalidad es la base sobre la que se debe planificar la instalación o reforma de nuestra cocina, ya que es un lugar en el que pasamos mucho tiempo, especialmente aquellos aficionados o amantes de la buena gastronomía. En las últimas tendencias se busca habilitar estos espacios también como lugar de encuentro y conversación familiar, uniéndose en ocasiones con el salón o comedor para crear un espacio más abierto. Con el uso de islas o barras y taburetes se consigue integrar estas habitaciones en un ambiente compartido, consiguiendo mayor sensación de espacio o amplitud.
En cuanto a los colores, la moda marca colores brillantes y vivos como los verdes y amarillos, combinaciones bicolores, blancos y negros lacados. Dado que la cocina es un espacio para el que no se compran muebles habitualmente, sino que se monta o reforma pensando a largo plazo, es conveniente independientemente de las modas y la gran variedad de diseños para este espacio que nos decantemos por colores que nos resulten agradables pero sin ser demasiado estridentes o llamativos, porque probablemente nos acabemos cansando a lo largo de los años. Si recurrimos a colores neutros, podemos ir cambiando los accesorios periódicamente para darle un nuevo aire a esta habitación. En páginas como Homify encontraremos muchísimas fotografías para inspirarnos y hacernos una idea de cómo quedan los diferentes tonos y estilos de mobiliario para nuestra cocina.
A pesar de todos los estilos disponibles para amueblar la cocina, el minimalismo sigue siendo el protagonista, huyendo de los muebles recargados con sus líneas lisas y superficies limpias. De hecho, en estos diseños incluso se prescinde de los tiradores en cajones y puertas, con los nuevos sistemas de apertura al empujar que evitan accidentes y mantienen la cocina más limpia al no ser necesarias las manos para abrir los compartimentos. Ahora más que nunca se busca el sentido práctico, respecto a los materiales, prevaleciendo los de fácil limpieza y mantenimiento, y en cuanto al almacenamiento, con muebles y cajones de gran capacidad, con accesorios para mejorar el orden de nuestros utensilios y alimentos, y capaces de soportar mucho peso.
Lógicamente cada diseño se debe adaptar a las dimensiones de nuestra cocina, pero en general, se tiende al mobiliario integrado, que permite ahorrar espacio en las cocinas pequeñas, y dar más amplitud a las grandes. Se trata de obtener un aspecto compacto, donde destaquen las líneas rectas y tanto muebles como electrodomésticos estén en armonía.
Reunir comodidad y funcionalidad es la base sobre la que se debe planificar la instalación o reforma de nuestra cocina, ya que es un lugar en el que pasamos mucho tiempo, especialmente aquellos aficionados o amantes de la buena gastronomía. En las últimas tendencias se busca habilitar estos espacios también como lugar de encuentro y conversación familiar, uniéndose en ocasiones con el salón o comedor para crear un espacio más abierto. Con el uso de islas o barras y taburetes se consigue integrar estas habitaciones en un ambiente compartido, consiguiendo mayor sensación de espacio o amplitud.
En cuanto a los colores, la moda marca colores brillantes y vivos como los verdes y amarillos, combinaciones bicolores, blancos y negros lacados. Dado que la cocina es un espacio para el que no se compran muebles habitualmente, sino que se monta o reforma pensando a largo plazo, es conveniente independientemente de las modas y la gran variedad de diseños para este espacio que nos decantemos por colores que nos resulten agradables pero sin ser demasiado estridentes o llamativos, porque probablemente nos acabemos cansando a lo largo de los años. Si recurrimos a colores neutros, podemos ir cambiando los accesorios periódicamente para darle un nuevo aire a esta habitación. En páginas como Homify encontraremos muchísimas fotografías para inspirarnos y hacernos una idea de cómo quedan los diferentes tonos y estilos de mobiliario para nuestra cocina.
A pesar de todos los estilos disponibles para amueblar la cocina, el minimalismo sigue siendo el protagonista, huyendo de los muebles recargados con sus líneas lisas y superficies limpias. De hecho, en estos diseños incluso se prescinde de los tiradores en cajones y puertas, con los nuevos sistemas de apertura al empujar que evitan accidentes y mantienen la cocina más limpia al no ser necesarias las manos para abrir los compartimentos. Ahora más que nunca se busca el sentido práctico, respecto a los materiales, prevaleciendo los de fácil limpieza y mantenimiento, y en cuanto al almacenamiento, con muebles y cajones de gran capacidad, con accesorios para mejorar el orden de nuestros utensilios y alimentos, y capaces de soportar mucho peso.
Lógicamente cada diseño se debe adaptar a las dimensiones de nuestra cocina, pero en general, se tiende al mobiliario integrado, que permite ahorrar espacio en las cocinas pequeñas, y dar más amplitud a las grandes. Se trata de obtener un aspecto compacto, donde destaquen las líneas rectas y tanto muebles como electrodomésticos estén en armonía.