Cada vez somo más personas que decidimos instalar un proyector en el salón en lugar de la televisión debido a las ventajas que nos otorga el mismo en nuestro hogar.
La primera por supuesto es que si eres un verdadero apasionado del cine, el proyector te permitirá disfrutar de una experiencia única, casi como si estuvieras en el propio cine. Además, las competiciones deportivas también serán un plus extra si las ves en esta pantalla grande. Si incluyes además, un equipo de sonido preparado para un home cinema, la sonoridad nos envolverá y la sensación será casi la misma que una sala de cine.
Claro que antes de poder plantearnos el instalar uno en nuestro salón, debemos conocer los diferentes tipos de pantallas de proyección que existen, ya que hoy en día se utilizan con mayor frecuencia que el aprovechamiento de una pared blanca para la proyección, ya que los resultados de visualización en las pantallas de proyección son mucho mejor, con una calidad muy definida.
Podemos encontrar diferentes pantallas de proyección en diferentes versiones y diseños: fijas, desplegables mediante manivela o motor, según el número de pulgadas, etc. La cuestión que se nos plantea a continuación es qué tipo de pantalla es la que más conviene a nuestro salón y dónde colocar la misma.
El tipo de pantalla que escojamos va a afectar en la decoración de nuestro salón. La instalación más más recomendable son las pantallas fijas. Con una estructura rígida en la pared, conseguiremos un espacio fijo Se trata de la opción más idónea para aquellas habitaciones o salones con gran espacio, óptima iluminación y de uso cotidiano. Si vamos a estar moviéndonos de un lado a otro de la casa, la opción más viable es la de una pantalla móvil que nos permita desplegar o recoger una pantalla. Esta opción tiene otro punto favorable: la estética. No condiciona la decoración y estilo en un salón. Incluso si la cartera lo permite, podemos pedir una pantalla desplegable eléctrica.
En cuanto a la colocación del proyector hay que tener en cuenta factores como el brillo de la habitación, si el proyector puede lanzar una gran imagen desde una distancia pequeña y que no haya ninguna luz ambiental alumbrando la lente del proyector, hecho que empeoraría la imagen del mismo.