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Huir de una cita: Tres tácticas para escapar rápidamente

Cuando se planifica una cita prima el deseo de que todo salga bien, se espera que los temas de conversación fluyan por sí solos, que la persona sea encantadora y que el ambiente sea ideal. Sin embargo, en la vida real esto no siempre sucede por lo que en ocasiones es importante saber cómo huir de una cita si ésta no cumple con ninguna de las expectativas que se tenían previstas. Las formas de hacerlo son muy variadas pero es importante no dañar a la otra persona y… ¿por qué no? aprender cómo huir con clase.

Un consejo ideal para no verse en el apuro de huir de una citaes establecer un encuentro rápido que puede hacerse más extenso o no en dependencia de cómo se hayan sentido ambas personas. Por ejemplo, si ambos se encuentran para tomar un café o un trago e inmediatamente se percatan que desean huir de la cita no tendrán sino que marcharse normalmente sin tener que echar mano a ninguna excusa. Al contrario, si ambos se sienten cómodos juntos podrán planificar otra cita o continuar conversando tranquilamente.

No obstante, si por alguna u otra razón se encuentran “atrapados” en una cita demasiado larga, existen diferentes tipos de huidas:

  • Pedir ayuda a los amigos. Una de las tácticas más sutiles para huir de una cita es ir un momento al baño y pedirle a un amigo que envíe un SMS o que nos llame directamente dentro de algunos minutos. De esta forma se podrá aducir que surgió un problema impostergable que requiere nuestra presencia. Hay quienes son aún más precavidos y piden a un amigo que les llame justamente a la media hora de haber iniciado la cita.
  • Actuar de forma indiferente. Esta táctica se basa en hacerle comprender a la otra persona que no nos interesa iniciar una relacción de pareja haciéndole llegar pequeñas señales verbales o extraverbales. Por ejemplo, mostrarse distraídos y con una postura corporal recogida, con los brazos cruzados sobre el pecho. De esta forma, siempre que la otra persona sea suficientemente receptiva, la cita no se extenderá demasiado.
  • Inventar una excusa. Aunque esta es la táctica más antigua para huir de una cita, lo cierto es que siempre funciona. ¿Qué decir? Se acentuó el dolor de cabeza con la bebida, nos cayó mal la cena, tenemos que levantarnos muy temprano al otro día. En fin, es cuestión de echarle mano a la creatividad y exponer una excusa pausible. ¿Te has visto en una situación similar? ¿De qué forma has logrado huir de la cita?
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