José Fernando, el hijo del torero Ortega Cano, no tiene muchos apoyos desde su ingreso en prisión, el pasado 14 de Noviembre fue acusado de robo con violencia de vehículo, daños y contra la seguridad vial. Por eso las pocas visitas que recibe son un auténtico bombazo mediático, pero que no cabe duda que le ayudan a sobrellevar los dos años y medio de prisión a los que fue condenado.
Su más firme puntal es su hermana, Gloria Camila, que le visita regularmente, la última vez el domingo pasado con su tío José Antonio Rodríguez, el marido de Gloria Mohedano. Pero la visita que ha saltado a los medios este fin de semana, ha sido la de Pepe el Marismeño, ex de Carmina Ordóñez y amigo de la familia. El cantaor seguramente decidió visitar a José Fernando para mostrarle su apoyo e infundirle esperanzas en su lucha contra la adicción a las drogas, pero no obstante, no quiso hacer ninguna declaración sobre la visita.
Por otro lado, destaca la ausencia de su padre, porque aunque le ha visitado en alguna ocasión son malos tiempos para el torero que se encuentra incurso en circunstancias inciertas, desde que se le notificó la sentencia del recurso contra la que se dictó por el accidente mortal en el que conducía al parecer, con el triple de la cantidad de alcoholemia permitida, sucedido en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos en 2011 y donde perdió la vida una persona.
En la sentencia ha sido condenado por conducción temeraria y homicidio imprudente a dos años y seis meses de prisión más una indemnización de 158.000 euros a la familia del fallecido, y retirada del carnet de conducir durante tres años, por lo que su ingreso en prisión es más que previsible. Sin embargo, y a pesar de los avatares de la vida, Ortega Cano ya ha manifestado que está dispuesto a dar una nueva oportunidad a su hijo.