El propio Francis Ford Coppola conocido, sin duda alguna, por alguna de sus grandes obras cinematográficas (como es el caso de El Padrino) ha reconocido y ha sabido ver que el cine ya no es como antes y que la era digital ha hecho que este formato se tenga que adaptar a nuevas técnicas pero también a nuevas necesidades y demandas. Sin ir más lejos hay que tener en cuenta que la famosa fábrica Kodak de Nueva York cuenta hoy día con una plantilla que no llega a los 400 empleados cuando antes se contaban por miles. No es menos cierto que otro medio, como es el caso de la televisión, ha ofrecido desde el principio emisiones en directo de las que, prácticamente, se valía en sus inicios. Entonces, ¿por qué no probar esto mismo en el cine? Y es aquí es donde el cine en vivo tiene mucho que decir.
El cine en vivo y encanto
Pero, ¿qué es el cine en vivo? Pues ni más ni menos que ofrecer una transmisión en directo de una película mientras ésta es grabada. Como ocurre con el teatro, por poner un ejemplo, esto exige de mucha entrega por parte de todos y de saber solventar ciertos problemas o errores al paso ya que no hay repetición de tomas. Por supuesto se corren mayores riesgos pero esto mismo es lo que ha terminado por atraer al famoso director. Tanto es así que para quienes tengan más interés en abordar este asunto y conocer al detalle su visión sobre el tema han de saber que ha llegado a publicar un libro especializado.
Con la experiencia del director italoamericano huelga decir que si se tiene un mínimo interés por esta temática lo que se haya en las páginas del libro es todo un tesoro salpicado de recuerdos vividos en platós, de sus propias notas tomadas a mano mientras él mismo iba creciendo y aprendiendo en este arte, además de comentarios extra sobre la tecnología audiovisual más puntera de la actualidad. En este último punto el propio Coppola hace una importante reflexión sobre el porqué hasta ahora este tipo de formatos cinematográficos no habían funcionado y es que, efectivamente, el desarrollo tecnológico de las últimas décadas ha dado un salto abismal que permite que proyectos de este estilo puedan tener lugar.
Talleres experimentales de Coppola
Para seguir desarrollando esta idea sobre el cine en vivo y ver hasta dónde se podía llegar con ella Coppola puso en marcha dos talleres experimentales. El primero de ellos surgió en el año 2005, concretamente en la Oklahoma City Community Colllege y el segundo, un año después, en la Escuela de Teatro, Cine y Televisión de la Universidad de California. Con todo lo que aprendió en ellos decidió escribir el libro mencionado.
Su proyecto actual presentado bajo el nombre de Distant Vision narra la historia de tres generaciones de italoamericanos. Se realizó en la universidad de UCLA con la participación de 75 estudiantes. El film no ha trascendido tanto como otras de sus películas pero sí ha despertado interés por lo que puede ser el inicio del cambio.