Ese es el caso de las cantantes, Rihanna, Miley Cyrus y Lady Gaga, quienes en sus últimas producciones de videoclips, han puesto el acento en este aspecto. Lo que hace pensar en una estrategia perfectamente estudiada para rentabilizar sus actuaciones.
Cada vez se está poniendo más difícil posicionarse en el mundillo del espectáculo, pues se está echando mano de métodos de marketing, cuando menos cuestionables puesto que no se sabe si lo que prima es la voz o la imagen.
Una evidente manipulación artística que no fomenta precisamente el gusto musical puesto que explota decididamente una imagen de inconformismo que no se sabe muy bien contra qué o quién va dirigida, pero que seguro que se traduce en apetecibles y sustanciosos aumentos de ingresos.
La innovación de Rihanna
En enero podíamos visionar a Rihanna en el videoclip Stay con Mikky Ekko, dándose un baño y llorando a moco tendido en plan sensiblero que nos dejaba estupefactos. En idéntico estado nos dejó que el videoclip superara todas las expectativas que podían imaginarse, con una nominación a los MTV Video Music Awards en la categoría de mejor video femenino y millones de visitas en YouTube.
La contestación de Miley
Aparentemente para no quedarse atrás Miley Cyrus, también nos sorprende lanzando el discutible vídeo, Wrecking Ball. Planificado para provocar la reacción del público y donde aparece primero en ropa interior y luego desnuda sobre una bola de demolición y chupando martillos en actitud muy sugerente y como Rihanna llorona. Pero no cabe duda que consigue el efecto buscado, cerca de 20 millones de visitas en la red en un solo día y batiendo records.
El efecto Lady Gaga
Aunque ya se la vio desnuda en un video este verano y para no ser menos, Lady Gaga, la reina de las extravagancias más inverosímiles, ha lanzado un adelanto de su futuro álbum. “Do What You Want” nuevo tema con su bonito culo en portada, convirtiéndose en trending topic mundial, mientras prepara su amenazante próximo videoclip.