Cuidar el oído es muy importante a cualquier edad

Todos los órganos del cuerpo humano necesitan diversos cuidados que hay que proporcionar desde muy temprana edad. Los oídos, está claro, no son menos, por lo que es recomendable hacer limpieza y revisiones de esta zona regularmente. Diferentes asociaciones y profesionales recomiendan no introducir ningún objeto en los oídos como mecanismo de protección; evitar la exposición a fuertes fuentes de ruido como pueden ser bocinas y micrófonos o salas de concierto y estadios; permanecer solo por periodos cortos de tiempo en fábricas y zonas industriales; no automedicarse ni colocar gotas de ningún tipo en el interior del oído si no es bajo preinscripción médica, puesto que puede ser perjudicial para la audición; no sumergirse en aguas cuya calidad sea dudosa, por las posibles infecciones y evitar aplicar agua oxigenada o aceites.

La especialista audióloga Sandra Pérez, de la FundaciónValle del Lili avisa que las diferentes infecciones pueden “producir dolor y en algunos casos mal olor o salida de secreciones (otitis externas)”. También, cabe destacar que en nuestro día a día usamos todo tipo de reproductores de música digital como MP3 o móviles a un volumen superior a los decibelios permitidos (85) y este uso puede generar daños irreversibles en los oídos.

Todos estos problemas pueden provocar pérdida auditiva en cualquier momento, ya sea en niños, adultos o personas de avanzada edad. La mejor manera de prevención en estos casos es acudir a un médico especialista si se nota un cambio repentino de audición. Además, debido a que éste puede ser casi imperceptible, se recomienda hacer una revisión anualmente.

En caso de que se diagnostique a los pacientes alguna dificultad auditiva, ésta siempre tendrá solución. Hoy en día, los audífonos son una solución sencilla y útil para volver a oír bien. Es verdad que la decisión de llevar diariamente un aparato de este tipo no es fácil y menos para los niños o personas mayores, pero es algo necesario, ya que el oído como cualquier otra parte del cuerpo requiere de estimulación y ejercicio. En caso de que el órgano no reciba estímulos, la pérdida auditiva puede empeorar. Es por ello, que los audífonos se usan para activar los mencionados estímulos y así, mejorar la calidad de vida del usuario que los lleve.

Para los niños y adolescentes, los audioprotesistas, técnicos especializados en las pruebas de audición, recomiendan audífonos o diademas óseas infantiles. Éstas últimas son sistemas auditivos de conducción ósea, que constan de un procesador de sonido y un vibrador óseo. Se colocan encima del hueso del cráneo, externamente, para su funcionamiento por vibración.

Mientras se utilicen estos aparatos, es imprescindible seguir cumpliendo las normas de higiene recomendables como no usar los copitos de algodón, ya que pueden dañar la membrana, el interior o crear tapones de acumulación de cerumen. La formación de tapones debe ser siempre tratada por un médico, puesto que son los únicos que están preparados para sacar cerumen de los oídos. Después de cada baño, debemos secar bien los oídos para evitar la humedad en el contacto auditivo y, así, prevenir una posible infección por hongos.

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