El embarazo es un periodo precioso en la vida de una futura madre, que recordará con mucho cariño el resto de su vida. Pero también es un momento complicado en el que el cuerpo sufre muchos cambios. Diferencias hormonales, corporales y psicológicas que es importante conocer. Y estas no siempre terminan una vez se ha dado a luz.
Un ejemplo de este periodo de adaptación corporal es la incontinencia urinaria después del parto. Ésta aparece una vez se ha dado a luz e impide a la nueva madre controlar al 100% su esfínter. Afecta al 30% de las mujeres y es una de las consecuencias más usuales del parto vaginal, que puede dañar los músculos y ligamentos pélvicos e inducir ese escape de orina.
Pérdidas de orina después del parto
Existen diferentes tipos de incontinencia urinaria después del parto. Pero el más usual en el caso de mujeres que acaban de parir es la incontinencia por esfuerzo. Es decir, la salida involuntaria de orina al hacer algún ejercicio físico como caminar, toser, levantar objetos o estornudar.
Como decíamos, este problema viene dado debido al debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. Esto puede corregirse de diferentes formas, desde la cirugía en el más extremo de los casos hasta ejercicios para tonificar estos músculos. Los más famosos de ellos son los “ejercicios de Kegel”. Estos ayudan a mejorar la elasticidad de la zona, contrayendo y relajando para incrementar la fuerza y resistencia.
Es recomendable practicarlos durante y después del embarazo, tratando de controlar la orina al ir al baño, parándola y reanudándola a demanda. Tras el parto es importante consultar a un médico para saber cuándo podrán volver a practicarse, ya que la zona requiere un periodo de descanso y recuperación.
Cuando el caso de incontinencia urinaria después del parto es más severo se suele tratar con cirugía. Esta es mínimamente invasiva, se puede hacer con anestesia local y requiere un mes de recuperación. Se realiza por vía vaginal y se trata de una especia de cinta que recoge la uretra y la soporta comportándose como una hamaca.
Duración de la incontinencia postparto
Normalmente, esta incontinencia urinaria después del parto desaparece de forma natural. Eso ocurre en el 80% de los casos tras un par de semanas incómoda. Entre los puntos del parto, el sangrado y las pérdidas de orina puede parecer el fin del mundo. Sin embargo, todos estos síntomas suelen desaparecer rápidamente y las nuevas madres recuperan su vida de forma espontánea.
Esto no significa que debamos esperar a que se vaya sola. Una incontinencia mal tratada puede originar problemas futuros, extendiéndose en el tiempo o surgiendo en momentos esporádicos. Por eso es importante prestarle atención, de la misma forma que lavamos una herida para que cicatrice. Para ello se han inventado los ejercicios pélvicos mencionados anteriormente, prenatales y post-parto.
La incontinencia urinaria tras el parto puede resultar incómoda, pero bien tratada desaparece en dos o tres semanas. Recuerda que si la estás pasando, es algo mucho más común de lo que imaginas y una consecuencia natural tras el parto vaginal. No olvides pedirle consejo y tratamiento a tu médico y ginecólogo, prestar atención a sus cuidados y ejercitar la zona.