Un día llega la noticia: “felicidades, estás embarazada” y desde ese momento todo cambia en nuestra vida… y para siempre. La pareja se adapta, la familia ayuda, la economía se resiente y, para que lo vamos a negar, todo se pone un poco patas arriba. Y lo primero nuestro hogar.
Comenzamos a comprar cosas para bebés, a decorar la habitación de nuestro futuro hijo o hija. Luego llegan los regalos y cuándo ya no sabemos qué hacer con tantos regalos y accesorios… nace nuestro bebé. Y desde entonces nada vuelve a estar en su sitio, las cosas se caen misteriosamente y cada golpe es un susto de muerte sobre todo si los padres somos primerizos. Para preparar nuestra vida doméstica y familiar a la presencia de un nuevo miembro aquí van algunos consejos.
La agenda cuando acabas de dar a luz es de todo menos tranquila… justo lo contrario de lo que debería ser. Es normal que toda vuestra familia, amigos, compañeros quieran haceros una visita para conocer al pequeño, pasar un rato con vosotros, regalaros algún detalle… pero eso no se puede convertir en el trabajo de la madre. La tranquilidad del bebé y la intimidad de los padres son fundamentales y tus visitas tienen que entender que os apetezca relajaros en soledad. Hay toda una vida por delante para quedar con la gente, no te sientas culpable si lo que necesitas es paz.
Preparación psicológica después de un parto
Psicológicamente los primeros días después del parto no son sencillos. Por ello es importante rodearse de gente que nos quiere y puede entender nuestra situación. Un pequeño grupo que podría formar la pareja, una hermana o los padres. Es probable que la vuelta a casa no sea perfecta, incluso que veas a tu bebé como algo extraño y al principio te cueste crear vínculos con él. Cada mujer vive su embarazo de una manera y a un ritmo diferente por lo que no te debes agobiar por patrones sociales o presiones de tu entorno.
La organización es fundamental para aprovechar nuestro tiempo, no dejarnos nada y sobre todo no vivir con el permanente estrés del “qué tenía que hacer”. La primera recomendación es crear un gran calendario, visible, donde podamos ir apuntando todas esas fechas que de ninguna manera se nos pueden pasar por alto, revisiones, pediatra, fecha límite para apuntarle a la guardería. Otra cosa que nos ahorrará quebraderos de cabeza son los menús. Periódicamente saca rato para hacer revisión general de la casa, ir guardando las cosas que ya no necesitas, la ropa que se ha quedado pequeña… También debes prepararte para los imprevistos, tener un completo botiquín te dará tranquilidad y junto al calendario debemos poner visible una lista con contactos de emergencia; desde el del pediatra hasta el de tu pareja. Así se pasa alguien todo el mundo sabrá a quien llamar para pedir ayuda.
La mascota también es un factor a tener en cuenta a la hora de organizar nuestro hogar. Por un lado tenemos que extremar la higiene y estar al día con todas las vacunas pero además hay que cuidar el lado psicológico. Cuando nazca el hijo este acaparará buena parte de tu tiempo y tu mascota podría tener celos ante ese ser vivo nuevo y que se lleva tanta atención. Si tienes una relación muy estrecha con tu mascota es hora de presentarle al resto de la familia para que durante el embarazo ella vaya creando vínculos emocionales con tu pareja, tus padres… y así te eche menos de menos.