Cada vez es mayor el interés de los consumidores por los productos artesanales. Cosméticos, calzado, ropa, muebles, decoración… los artículos hechos a mano poseen un valor añadido que los consumidores han sabido apreciar y que lleva aparejado un interés por la fabricación. No solo nos gusta adquirir o consumir productos artesanos; queremos también aprender a crearlos.
Jabones artesanos, un placer para la piel
Uno de los productos artesanales más agradable a los sentidos y sencillo de fabricar es el jabón. Hacer un jabón en casa no es complicado y puede convertirse en una experiencia muy gratificante.
¿Cuáles son los ingredientes del jabón artesano? Los jabones están compuestos de una substancia alcalina, generalmente sosa caústica, diluida en agua. A esta materia se le añaden aceites (de oliva, coco o manteca de cacao), principios activos naturales, aromas y colorantes.
Entre las sustancias naturales más utilizadas se encuentran la manzanilla, la menta, la lavanda, o la rosa mosqueta. Algunos fabricantes añaden infusiones de caléndula, magnolia, jazmín o laurel, aunque también se pueden incluir notas más exóticas.
Pasos para fabricar un jabón a nuestro gusto
La mayoría de jabones artesanos se fabrican con el procedimiento de saponificación en frío. Este proceso consiste en mezclar el aceite o ácido graso con la sosa cáustica diluida en agua. La reacción química da lugar a lo que conocemos como jabón y a otra substancia distinta, la glicerina.
Es importante prestar atención a los porcentajes para evitar jabones irritantes o demasiado pastosos. Por lo general, el jabón debe estar compuesto en un 60 % por aceite, una tercera parte de agua con sosa caústica y el resto ingredientes extras.
A continuación vamos a ofreceros una fórmula sencilla para fabricar jabón de coco y lavanda:
Ingredientes del jabón artesano:
- 500 gramos de aceite de oliva
- 10 gramos de aceite esencial de lavanda
- 100 gramos de aceite de coco
- 80 gramos de sosa cáustica
- 200 cl. de agua
Preparación del jabón casero:
- Poner el agua en un bol de vidrio o cerámica, añadir la sosa caústica, remover hasta que se disuelva y dejar enfriar. Es importante realizar la operación en un lugar ventilado y no inhalar los vapores que se desprenden, porque son muy irritantes.
- Mezclar los aceites de oliva y coco en otro bol y añadir la sosa cáustica disuelta. Este es un momento clave y conviene hacerlo con guantes y gafas protectoras.
- A continuación habrá que remover bien la mezcla a mano o con la ayuda de una batidora. En esta parte del proceso podríamos añadir las gotas de aceite de lavanda, colorantes, o bien otros principios activos de nuestra elección.
- Cuando la mezcla adquiera un espesor parecido al de una salsa densa, será el momento de pasarlo a un molde de silicona. A esta etapa se le denomina trace o trazado. Para saber que el jabón tiene la densidad adecuada, basta con pasar por encima de la mezcla el mango de una cuchara. Si el surco o traza queda bien marcado, estará listo para enmoldar.
- Dejaremos el jabón en reposo y tapado durante al menos 24 horas. Si transcurrido ese tiempo está lo suficientemente duro, podremos ya proceder a desmoldarlo. En caso contrario, lo dejaríamos en reposo un día más.
Un ejemplo de buena composición sería la que utiliza LaMalvaFlor.com nuestra tienda de jabones artesanos favorita 🙂
Fuente de la imagen: https://lamalvaflor.es/