Si estás embarazada o tienes una amiga cercana que lo está, seguro que has oído hablar de los beneficios de las bolas chinas después del parto. Las esferas intravaginales, comúnmente denominadas bolas chinas, son un juguete sexual. Sin embargo, ahora se han popularizado como instrumento para mantener la zona vaginal a punto, ejercitada y joven. ¿Cómo funcionan y cuáles son sus beneficios?
¿Por qué utilizar bolas chinas después del parto?
Durante el embarazo y el parto vaginal, el suelo pélvico se resiente mucho y sufre alteraciones. Por ello es importante ejercitarlo con movimientos centrados en la zona. Esto ayuda a evitar la incontinencia urinaria, el prolapso, la caída de la vejiga y del útero. En estos ejercicios, las esferas intravaginales juegan un papel esencial (y muy sencillo).
El uso de bolas chinas después del parto obliga a realizar una contracción continua de la musculatura pélvica. Así, de forma pasiva, mejora la calidad de nuestro suelo pélvico, mejorando la salud de la zona, así como la calidad de nuestras relaciones sexuales postparto.
¿Cómo se usan las bolas chinas después del parto?
Las esferas intravaginales se introducen dentro de la vagina como si fueran un tampón, con el hilo colgando hacia fuera para poder sacarlas. Deben haber sido lavadas y lubricadas previamente, para evitar infecciones o daños y facilitar su introducción.
El esfuerzo reside en tratar de mantener la bola dentro todo el tiempo que puedas mientras caminas con ellas puestas, aumentando tu número progresivamente con el paso de los días. Así, si al primer intento aguantas un minuto, intenta aguantar uno y medio en la jornada siguiente. Si ves que te cuesta andar con ellas o que no logras retenerlas, comienza practicando acostada.
¡Importante! Si ves que eres incapaz de mantener las esferas dentro en absoluto acude a un ginecólogo o médico especializado. Deben valorar el estado de tu musculatura pélvica para observar la ausencia de fuerza, sujeción y darte opciones para arreglarla.
¿Cuándo comenzar a usarlas tras dar a luz?
El uso de bolas chinas después del parto no debe hacerse a la ligera, pues la zona está resentida tras el alumbramiento y necesita un reposo y unos cuidados particulares. Por eso, antes de comenzar cualquier ejercicio de tonificación del cuerpo hay que consultar a un médico. Esto incluye también el uso de las bolas chinas. Pregunta a tu ginecólogo o matrona sobre el momento ideal para comenzar.
Una vez recordado esto, el consejo general es esperar hasta que termine el período de cuarentena de la madre. Sobre todo porque, en el caso de partos vaginales, el corte que se realiza para facilitar la salida del bebé debe cicatrizar. Es una herida en una zona conflictiva, con puntos que pueden saltarse y su consecuente incomodidad. Date una tregua hasta que cure.
Una vez tengas el visto bueno de los profesionales y hayas terminado el período de reposo, puedes empezar. Úsalas unos minutos cada día, intentando mantenerlas dentro de la vagina el mayor tiempo posible. Recuerda lavarlas y guardarlas como indiquen sus instrucciones para evitar bacterias.
Utilízalas progresivamente, comenzando por una bola y unos minutos, para luego ir aumentando su uso e incluso introduciéndote las dos bolas. No se trata de un juguete sexual (en este caso) y su finalidad no es dar placer, sino fortalecer el suelo pélvico, estimular la lubricación de la zona y recuperar la fuerza.