En los últimos años, la meditación se ha extendido desde Oriente a Occidente y por el camino se ha desprendido de connotaciones religiosas para que cualquier persona de cualquier creencia se pueda aprovechar de sus beneficios.
Cómo se logra el estado de meditación
Mediante la meditación, la mente se concentra sobre la propia conciencia y sus pensamientos, un objeto externo o bien la propia respiración, con el objetivo de diluir los asuntos particulares y obligaciones cotidianas que nos alejan de nuestra esencia, de nuestro estado básico.
No siempre es fácil abstraerse y alcanzar este estado, por lo que la artista Yumi Sakugawa explica, mediante esta sencilla guía, una de las formas más fáciles de meditar: primero nos sentamos en una posición cómoda y tratamos de concentrarnos en el peso del aire que nos rodea. Siendo conscientes de él, podremos sentir la superficie de nuestra propia piel y, con una especie de goma de borrar mágica, nos imaginamos que borramos este límite de nuestro ser hasta que no quede ninguna línea, ninguna frontera, entre nuestro cuerpo y el resto del universo.
Beneficios de la meditación
Numerosos estudios han desvelado las grandes ventajas de la meditación, entre los que se incluyen la relajación y el alivio del estrés, una disminución de la presión sanguínea, y una mejora de la salud mentad y física, la estabilidad emocional y la memoria. Pero además, a estos beneficios individuales podemos sumar los aspectos que mejorarán nuestra vida en pareja. ¿Quién mejor para convivir y mantener una relación sana que alguien estable que se comprende a sí mismo?
Aplicaciones de la meditación a la vida en pareja
Para meditar suele ser útil imaginarse en un lugar conocido y relajante, que traiga buenos recuerdos. Imaginarnos en ese lugar puede ayudarnos a olvidar nuestras obligaciones, responsabilidades y problemas presentes y viajar a un lugar feliz y tranquilo, en el que nos sintamos seguros y en paz.
Si realizamos esta actividad con nuestra pareja, con un lugar común que traiga a ambos buenos recuerdos, la conexión será íntima y armónica. Ambos entraremos en un estado de paz y naturalidad, volviendo a nuestra esencia, y es en ese momento cuando la verdadera comunicación y comprensión comienza.
Este estado se ve interrumpido cada día con nuestra rutina y responsabilidades, por lo que es importante buscar varias veces a la semana un momento para meditar. Lo ideal es meditar en solitario y también en pareja, por lo que debemos buscar un tiempo para nosotras mismas, un tiempo para dejar a nuestra pareja a solas, y otro para meditar juntos.
Con el tiempo comprobarás que integrar unos momentos de meditación en vuestra vida en pareja os trae relajación, conexión y respeto, tanto de uno mismo como de vuestra pareja.