Cada año ocurre lo mismo. Llega la primavera y ‘nos quitan’ una hora adelantado el reloj o llega el otoño y ‘nos la regalan’ atrasándolo. Este cambio horario no parece que tenga mucha repercusión, a fin de cuentas, tan sólo es una hora de diferencia, pero lo cierto es que tiene consecuencias directas para la salud.
Para empezar se notan alteraciones en el sueño. La mayor parte de las personas reconocen que, con el cambio horario, experimentan un peor descanso del habitual. Esto repercute, directamente, en el estado anímico, ya que la gente que no descansa lo suficiente, o no lo hace bien, suele ser más irritable y tener peor humor.
Se observa también que la gente, con ese estado de ánimo alterado, suele estar más decaída. Se llegan a dar casos, incluso, en los que las personas afectadas se sienten más tristes, con ansiedad o con indicios de depresión.
Como es lógico, todo esto sumado se traduce en un menor rendimiento, tanto a nivel físico como intelectual. La rutina habitual se hace más complicada de realizar y, al estar menos concentrados, se trabaja peor o menos y resulta muy complicado estudiar.
Pero tampoco hay que alarmarse. Quien más quien menos, habrá padecido estos síntomas y habrá podido experimentar en primera persona que se tratan de problemas transitorios. Tal como vienen, se van. Sólo hay que esperar a que se reajuste el ritmo biológico de nuevo.
Los expertos recomiendan estar preparados para prevenir los efectos del cambio horario o, por lo menos, para hacerlos lo más llevaderos posible.
En este sentido, se recomienda, una semana antes de la fecha señalada ir adelantando o atrasando (según el caso: si es la entrada de la primavera o del otoño) tareas de la vida cotidiana. Como pueden ser, por ejemplo, las comidas. Tan sólo haría falta hacer un cambio de unos 15 minutos.
También es importante mantener una vida saludable en la que no puede faltar ejercicio físico continuo (que ayuda a mantener un buen estado de ánimo) y la ingesta de alimentos variados. Es decir, tener una dieta equilibrada. Y, además, es recomendable beber mucha agua.